El Castillo de Hornillos de Cerrato se localiza en un cerro cercano al caserío dominando el territorio. Fue Declarado Monumento Histórico-Artístico en 1949. Es una construcción del siglo XVI, aunque existió otra anterior a ésta, posiblemente de la época de la repoblación en el siglo IX. Cambió en numerosas ocasiones de mano. Fue testigo de la revuelta de los Enríquez contra el rey Juan II y Álvaro de Luna y de la llegada de la reina de Castilla, Juana la Loca, junto a su hija y el cuerpo de su esposo, Felipe I el Hermoso, entre otros muchos acontecimientos a lo largo de la historia.
A mediados del siglo XVIII la fortaleza ya se encontraba arruinada.
El castillo de Hornillos de Cerrato fue una fortaleza de planta cuadrada con fuertes cubos en las esquinas, de la que sólo queda el frente este con sus cubos y parte del lienzo norte.
En el exterior presenta una imposta a la altura del primer piso, grandes ventanas, troneras de buzón y un remate de grandes merlones, característico de fortalezas artilleras. En la parte superior del cubo sudeste hay tallado un escudo heráldico en forma de aspa.
En el interior contaba con tres pisos, como se puede apreciar claramente por los mechinales donde se apoyaban los desaparecidos forjados de madera. Los cubos de las esquinas, abiertos al interior, tenían cuatro plantas.
Conserva en el muro norte, prácticamente enterrada, una puerta con arco de medio punto que quizá hizo las veces de poterna. La zona central del interior del castillo se encuentra rellena de escombros.
Materiales de construcción: La obra está realizada con sólida piedra de sillería.