Pueblos

VALDEOLMILLOS

Esta pequeña población del Cerrato Palentino se emplaza en las proximidades de la capital. El núcleo, denominado antiguamente Valle de Olmos, se encuentra rodeado por pequeños cerros y campos de cultivo. La silueta de la Iglesia románica de San Juan se desmarca del resto de construcciones. Desde su exterior, en la parte más elevada de Valdeolmillos, es posible contemplar una excelente panorámica de la depresión del Pisuerga.


Iglesia de San Juan Bautista

La iglesia, declarada Monumento Histórico-Artístico en 1982, se levanta en el centro de la población. El edificio románico original, construido en el siglo XII, sufrió reformas entre los siglos XV y XVII. Su ábside semicircular cuenta con cuatro contrafuertes y un alero con canecillos. La portada principal está formada por cuatro arquivoltas decoradas, jambas y capiteles tallados muy desgastados. El interior cuenta con una sola nave cubierta con bóveda de cañón reforzada con arcos fajones. Existen unos capiteles historiados que todavía conservan su policromía. En el ábside se abren dos ventanas abocinadas con capiteles figurados. En los pies se encuentra el coro alto del siglo XV. El retablo mayor que cubre la bóveda del ábside es barroco.


Ermita de la Virgen del Olmo

Esta curiosa construcción del siglo XVII comparte espacio con el Ayuntamiento y el Centro de Salud. Una columna de piedra con zapata de madera sostiene un dintel que da acceso al interior: una pequeña nave rectangular con techumbre plana totalmente revocada de yeso.


Otros datos de interés

- En lo alto de algunos cerros que rodean esta población existen numerosas yeseras, algunas de las cuales aún se encuentran activas.

- Cuenta la leyenda, que la verja situada detrás de la iglesia se usaba para encerrar a quienes habían cometido algún delito para someterles a la vergüenza de ser vistos por todo el pueblo.

- Por San Juan Bautista, el 24 de Junio, se hace una hoguera. El 8 de Septiembre, la Virgen del Olmo, se celebran las fiestas patronales. Antes se hacía el “Pipote“ que consistía en poner un palo en la plaza sobre el que se colocaba una antorcha.